Muy bien por el bien

El mal no existe, es un invento del bien para justificar su propia maldad. El bien es el bien. Siempre tiene razón y su mal siempre es menor al mal del mal. El bien se arma hasta los dientes para protegerse del mal, aunque el mal tiene poquititas armas. Cuando el bien mata a montones del mal, está bien. Muy bien. Ahora, si el mal asusta a uno del bien, es un pecado mortal que el bien castiga con un montón de muertes del mal. El mal no se puede defender, es malo, todos lo saben y se creen buenos. El bien necesita del mal, mientras, el mal cuanto más lejos del bien está mejor.

Amenaza

-Te voy a esperar toda la noche. Y toda la vida, si es necesario -pronunció más de 20 veces ya la voz de María en el contestador de mi teléfono móvil. El mensaje siguió pasando y yo todavía no puedo apagar el aparato. Ni volver a casa.

Chiste fácil

La cocaína complica al Mago Coria

“El Mago (Guillermo) Coria tiene problemas con el saque”, afirmó sin muecas en el rostro el creíble periodista deportivo Román Iuch mirando sin pestañear a la cámara. La grave denuncia la realizó en medio del clima jocoso en el que se desarrolla Estilo K, por TyC Sport. Luego, atribuyó a ese problema la estrepitosa caída que protagoniza el tenista en el ránking mundial del deporte blanco. El Mago, atendiendo a la denuncia de Iuch, se tomó enserio el mote histórico del tenis y otras cosas blancas más. Teme más a los controles antidoping que a los rivales. “Siempre se puede caer un poco más”, advirtió Iuch sobre el futuro del deportista.

Marcas

Gracias a la excusa que encontré para vivir sin trabajar –soy periodista-, conocí gente de toda calaña. Tantos años girando por el mundo me vieron entrar a fabelas, villas y caseríos miserables como a suntuosos palacios de estilos diversos. Dos personas me marcaron: Natalí, una morena puertorriqueña y la misteriosamente blondísima Baronesa de Kiu-Li, Pibita Iko. Los canales que sus uñas dibujaron en mi carne nunca terminan de cicatrizar.