Fuiste

Fuiste siempre convincente sobre lo que no querés
pero ¿quién carajo entiende eso que pretendés?
Tanto tiempo con ese dilema, la cabeza me saqué
para entender recién cuando dos se hicieron tres.

Y ya lo sabés…
Tantas veces como pude, por vos me privé,
de salir y ver las cosas como son
ahí afuera de mi corazón.

Último momento

Una sorpresiva y profunda caída de la bolsa de Madrid provocó que cientos de personas se arrojaran al precipicio tratando de salvarla. El saldo fue trágico: 12.658 muertos, reveló un vocero del Gobierno español en un escueto comunicado leído ante una nutrida cantidad de periodistas de todo el mundo. Además, informó que hay una mujer desaparecida y que no se hallaron rastros de la bolsa.

Almas gemelas

Si no has nacido todavía me van a acusar de estupro o me estigmatizarán como viejo verde, veremos ...

Entre el amor y el estupro

El pibe, de 19, se enrolló en una relación con su sobrina, de 13 años. Amor, juran por Dios, los Santos Evangelios, el Pastor Giménez y el bailantero Gary. Pero nadie los entiende, menos los padres de la niña. Y entonces entra a jugar la Policía y la Justicia. Y la Policía, otra vez. La historia –absolutamente real, aunque parece caída de la cabeza de Jorge Maestro, Quique Estevanéz o cualquier otra brocha gorda del culebrón argento- se desarrolla en un pueblo chiquito. En el culo de un departamento también chiquito. Con poca gente, que se conoce casi inevitablemente entre sí. En una provincia en la que se sabe casi todo de todos. O, de tanto saber o creer saber, no se sabe nada de nada. Quién sabe.

Tampoco nadie sabe cuánto tiempo llevan los parientes amándose. Cómo fue la primera vez. Y otra vez, cuándo fue. Lo que si saben todos ahora es que el tío toca a la sobrina. Y la nena confesó: “Me gusta, nunca me obligó, ustedes no entienden”. Palabras más o menos, el discurso estremeció a los oyentes: los padres y los policías, empeñados en imputarle abuso sexual agravado por el vínculo al pibe. Lo quieren mandar a la cárcel. O al infierno, que es lo mismo.

Agónico amanecer

Febo asoma por la loma, en las afueras de la ciudad
Está cerrado el lugar para escapar
Un rayo viene, como un rayo ella va
No la puedo mirar, la quiero tocar, me va alcanzar

No tengo lugar para entrar
Bajo tierra, 100 metros o 150 kilómetros, quiero estar
Ese rayo hijo de puta, el primero, está ahí nomás
Las gafas las olvidé arriba del piano
Me parece que se las robó el enano
Esto es un complot, complot y la puta suegra que te tocó

Cerró el bowling y el casino, la gorda está de turno
Doña Juana ya hace una hora que regó
El jardín y la tumba de Don Julio, “ahísito nomás de la cama”, como se lo pidió al enterrador.

Ahí viene el febo botón, con sus rayos destructivos
Asesinos sin sueldo, cuasi robots
Pero a quién carajo se le ocurrió esta maldición
Lo volaría en mil millones de pedazos sino fuera porque se seca la plantación.

Que vengan los bomberos, al oriente hay un incendio
Una bola roja se levanta, amenaza fiero
A mi cerebro, a mi visión y a mi condición (de humano)
Y la puta que lo parió, la reputa madre que lo parió…